Finalmente creer en nuestras capacidades

Al fin luego de tres meses de intenso trabajo, quitando horas al sueño y a los momentos de descanso Juan Jose Garcia había terminado de escribir su primer libro de poesías y cuentos ¡¡¡Ahora lo imprimo y con esa copia iré a pedir opinión algunos de mis conocidos, al señor Carlos, profesor de literatura, también le dejare una copia para Josefina, ella lee mucho y me podrá decir que le parece y a Valentin, profesor de lengua y literatura, seguramente leerá con atención esta copia y me darán su punto de vista, estoy feliz!!!

Así lo hizo, dejo a cada uno una copia de su libro impresa y se marcho a su casa con la promesa que lo leerían con mucho gusto y le darían su opinión y critica constructiva, si fuera necesario.
Pase en unos días, le menciono Carlos Guzmán el profesor de literatura; estoy algo ocupado pero me interesa que un hijo de esta Ciudad procure publicar su libro...Josefina recibió su copia con una sonrisa ¡¡¡Que bueno tendré algo interesante para leer, le agradezco su confianza, prometo responderle pronto!!! y con la misma sonrisa que lo atendió cerro a puerta del patio de su casa y se marcho...Valentin lo recibió en el escritorio de su casa-A que debo su visita estimado poeta Garcia-Profesor Valentin recientemente culmine de escribir este material, que seria mi primer libro de poesías y cuentos, pero antes de enviarlo a la imprenta e decidido mostrárselo a varias personas que entienden sobre literatura, para recibir de cada uno de ustedes una critica sobre el contenido de estas paginas que escribí con mucha dedicación y compromiso con los lectores; pero es bueno saber si lo hice correctamente-Me parece correcta su actitud, lo leeré atentamente y le responderé de acuerdo a mi entendimiento como profesor de literatura.
Pero fue pasando el tiempo y ninguno de los tres parecía tener el tiempo suficiente para leer su libro, ni siquiera Josefina y no es porque no tuvieran tiempo, sino porque pocas personas suelen postergar otras actividades que le dispensan otras satisfacciones, que quizás satisfacer la requisitoria de un novel escritor.
Al mes nuestro amigo escritor volvió a realizar la recorrida por las casas de sus conocidos, primero fue a visitar al profesor Valentin que lo atendió en la puerta y le alcanzo el libro-¿Lo leyó Valentin?-A decir verdad no pase mas allá de la cuarta pagina, usted sabe como es nuestro trabajo, vivimos cubriendo horas cátedras y revisando tareas; en verdad no me cautivo al comenzar a leerlo y si algo no me enamora en sus primeras paginas...bueno usted sabe...Para mi no es bueno.
Esta bien disculpe por hacerle perder tiempo y gracias expreso Juan Garcia al tomar la copia de su libro y despedirse dándole la mano al profesor; luego llego a la casa de Josefina, toco el timbre y salio la joven con el libro en la mano...Te vi llegar y me dije, debe buscar su libro-Bueno es verdad, vine a ver si habías tenido tiempo de echarle una ojeada, leerlo-Hay mira, tuve el libro varias veces en mis manos, pero cuando estaba por sentarme a leerlo siempre me surgía algo, o la novela de la tele o algún llamado de una amiga, lo siento mucho no lo leí, pero me parece que debe ser un buen libro ¿tu que opinas?-Bueno y si es mi libro, pero buscaba ampliar la vision sobre el contenido del mismo; pero descuida, gracias igual, hasta luego ¡¡¡Hasta luego!!!
Al rato llego a la mansión de Profesor Carlos Guzmán, una elegante mucama lo recibió en la puerta y le pregunto ¿Usted es el escritor Juan Jose Garcia?-Si estimada señora, soy Garcia-Bien el señor me dijo que si venia le entregara este libro y me dijo que no había tenido tiempo de mirarlo, que lo lamentaba...No importa dígale al señor que le estoy muy agradecido y a usted también por su tiempo dispensado.
Salio caminando a paso lento y mientras lagrimas recorrían su rostro, pensó esto me lo merezco por no confiar plenamente en mi capacidad como escritor y depender de la opinión ajena.
Mañana mismo acuerdo con la editorial su publicación.

Articulo escrito por Omar Salgado